Análisis de las finanzas de "Sinners": Warner y Coogler acarician la rentabilidad con 'Los Pecadores'
Warner y Ryan Coogler, a punto de dejar atrás los números rojos con su ambiciosa apuesta, Los Pecadores (#Sinners).
En los próximos días, Los Pecadores rozará los 250 millones de dólares en la taquilla mundial, el 80% de este dato proviene del mercado estadounidense. Con estas cifras, el estudio y el propio Ryan Coogler ya pueden empezar a contar billetes verdes.
El camino hacia este éxito no ha sido sencillo y casi nadie esperaba que se generara tal fenómeno comercial, al menos en Estados Unidos. El proyecto fue adquirido por Warner con un presupuesto inicial de 80 millones de dólares y un contrato poco habitual para directores jóvenes: Coogler recuperaría los derechos de explotación del film a los 25 años de su estreno (es decir, en 2050), lo que garantiza una jubilazión más que cómoda. Sin embargo, el coste del film acabó disparándose hasta los 100 millones, y fue el propio Coogler quien decidió asumir personalmente ese sobrecoste.
Según datos públicos del estado de Louisiana, el coste de producción local fue de 67 millones. Gracias a los incentivos fiscales —que en este caso serían del 35% al haberse rodado en el área metropolitana de Nueva Orleans— Warner pudo reducir su gasto en unos 18 millones. Aunque monetizar esos incentivos tiene sus complejidades, los grandes estudios como Warner suelen saber cómo compensar lo que se pierde por un lado, ganándolo por otro.
A los gastos de producción hay que sumar los costes above the line (los creativos, ejecutivos y del talento), la postproducción y, por supuesto, el lanzamiento. Si estimamos unos 20 millones en lo primero —teniendo en cuenta que Coogler pudo haber renunciado a su salario— y unos 50 millones en marketing y distribución, el coste total se situaría en torno a los 135-140 millones. De esa cantidad, 65-70 corresponderían a Warner, 20 a Coogler, y otros 50 a la campaña de lanzamiento.
Dependiendo del acuerdo firmado, la posición de Coogler en la llamada "cascada de ingresos" podría colocarlo justo después de recuperar los gastos de marketing o, más probablemente, justo tras el coste neto de producción. También existe la posibilidad de un pari passu, es decir, una recuperación proporcional simultánea según el porcentaje invertido.
Si la recaudación alcanza los 250 millones, y descontamos impuestos locales y tasas, Warner podría estar ingresando entre 110 y 115 millones netos. De ese monto, la división de distribución se quedaría primero con lo correspondiente a marketing, además de retener un porcentaje operativo del 5-10%. Lo que quedaría para Warner Producción serían entre 50 y 55 millones, con los que podría cubrir casi todo el coste pendiente de recuperación.
Además, Warner ya ha iniciado negociaciones con HBO Max para vender los derechos de la película en exclusiva durante un año. Después de ese periodo, Los Pecadores podría aterrizar en otra plataforma —quizás Netflix—, especialmente si su presencia coincide con la temporada de premios. Esta operación permitiría cubrir los montos restantes tanto para el estudio como para Coogler.
En verano es más que probable que Warner y Coogler se sienten en una mesa a negociar cuanto más se pueda añadir en la campaña de premios ya que es más que seguro que Warner coloque este film entre una de sus claras apuestas para el Oscar.
A partir de ahí, todo lo que la película genere por encima de los 250 millones —incluyendo ventas en VOD y derechos digitales posteriores— será beneficio limpio para Warner. Con una campaña de premios en el horizonte y el potencial de convertirse en una nueva propiedad intelectual (IP), Los Pecadores podría ser mucho más que una película rentable.
En el caso de Coogler, su posición de cara a explotar el universo "sinners" así como la futura rentabilidad de seguir revendiendo los derechos le aseguran una fuente de ingresos constante muy en la línea de jugadas como las que han hecho otros directores como Coppola o Spielberg.
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